El divertido mundo de las chapas!
Otra de las chapas más famosas es la de los Rolling Stones, los prominentes labios y la descarada lengua de Mick Jagger.
El creador del icono es John Pasche, un diseñador que recibió ese encargo del propio Jagger, vocalista de los Rolling Stones, a comienzos de 1970.
Durante años, mucha gente creyó que la "lengua" era obra de Andy Warhol (1928-1987), figura central del movimiento Pop Art, pero fue Pasche quien dibujó el emblema mientras estudiaba diseño gráfico en el Royal College of Art de Londres.
Cuenta la historia que Mick Jagger fue a visitar a Pasche para que le ayudase a encontrar un nuevo logo para el grupo y el dibujante hizo este dibujo, que apareció por primera vez en el célebre álbum Sticky Fingers en 1971. El grupo musical tan sólo pagó a Pasche por su trabajo 50 libras de aquella época (70 euros al cambio actual).
Luego, Pasche haría más diseños para los Rolling Stones y trabajaría para otros músicos como Paul McCartney, David Bowie, Jimi Hendrix, Judas Priest, The Who o The Stranglers, entre otros muchos.
Desde entonces, el logotipo ha servido de adorno para otros discos, camisetas, chapas, carteles y todo tipo de material de promoción de la legendaria banda británica. El icono de los Rolling Stones se ha convertido en una imagen imprescindible de la iconografía pop.
La chapa del yin y el yang se resprensenta mediante un símbolo denominado taijitu, “diagrama del taiji“, que no siempre se ha dibujado de la misma manera. En su forma actual más conocida, la parte oscura, normalmente negra, representa el yang y la parte clara, normalmente blanca, el yin. Estas dos partes entrelazadas se denominan en chino “peces”. La línea que las separa no es recta, sino sinuosa, representando el equilibrio dinámico entre los dos conceptos y su continua transformación. Los puntos de distinto color simbolizan la presencia de cada uno de los dos conceptos dentro del otro.
El yin y yang es un concepto fundamentado en la dualidad de todo lo existente en el universo según la filosofía oriental, en la que surge. Describe las dos fuerzas fundamentales aparentemente opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas. En todo se sigue este patrón : luz/oscuridad, sonido/silencio, frio/calor, movimiento/quietud, vida/muerte, mente/cuerpo, masculino/femenino…
Cada idea, ser, objeto o pensamiento posee un complemento del que depende para su existencia y que a su vez existe dentro de él mismo. De esto se deduce que nada existe en estado puro ni tampoco en absoluta quietud, sino en una continua transformación. Además, cualquier idea puede ser vista como su contraria si se la mira desde otro punto de vista.
Este concepto seguramente tiene su origen en las antiguas religiones agrarias. Aunque existe en el confucionismo, es especialmente importante dentro del taoísmo. En el Dao De Jing sólo aparece una vez, pero todo el libro está lleno de ejemplos que lo explican. Los hexagramas del I Ching también están basados en esta teoría.
El carácter chino tradicional de yin (陰), representa la parte norte, nubosa, de una montaña, mientras que en el simplificado (阴) aparece el carácter de luna (月,yuè). El carácter tradicional de yang (陽) representa el lado sur, soleado, de una montaña; en el simplificado (阳) aparece sol (日, rì) .
El símbolo del yin y el yang también es una completa representación del ciclo del universo, contiene el recorrido del sol, las cuatro estaciones y la circulación de la energía.
En Autorretrato con chapas (1961) se retrató como coleccionista.
Hijo del mundo obrero y de la posguerra, Peter Blake (Dartford, Kent, 1932), encontró pronto los temas de su pintura en el mundo de la adolescencia y en su propio instinto de artista. Su paso por el académico Royal College, de Londres no le desvió en su incierto camino. Cuando apenas tenía 17 años se retrataba como un joven tímido y al mispo tiempo furioso, ante la incierta vida que se le venía encima. En apenas cuatro años más estaba pintando a jóvenes devorando cómics.
En este contexto, Peter Blake inicia una de las carreras más coherentes para un pintor británico de su tiempo, como demuestra la retrospectiva que la Tate Gallery de Liverpool le dedicaba el año pasado. Este año la muestra ha recalado en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, donde ha permanecido expuesta des del 3 de marzo hasta el 22 de junio.
Sus primeras obras, realizadas en la década de 1950, sobre todo en paneles de madera envejecida, retratan niños con cómics y chapas, como por ejemplo, Niños leyendo cómics (1954, Museo y Galería de Arte Carlisle), con un estilo ingenuo y espontaneo, que denota autodidactismo por parte del autor, ajeno al aprendizaje académico. La fascinación por el coleccionismo y la preocupación por lo “efímero de la vida moderna” siguen presentes en su obra de finales de la década de 1950, en la que empezó a hacer collages y composiciones usando tarjetas postales, fotografías e ilustraciones de actores y artistas pop contemporáneos, combinándolas con formas geométricas de brillantes colores.
A diferencia de otros artistas de vanguardia de la época, como por ejemplo Richard Hamilton o Eduardo Paolozzi, que utilizaban recortes de imágenes de anuncios y revistas, Blake presentaba imágenessin alterar en obras como Fragmento de arte (1959, Tate Gallery) y Tengo novia (1960-1961, Galería de Arte Whitworth).
Blake contribuye a crear el estilo característico del British Pop Art y al mismo tiempo usa imágenes, desde los Beach Boys y Marilyn, cuya vida repasa en un cuadro donde confronta fotos de los días felices y la del traslado de su cadáver, a la de la cantante Madonna patinando ante los ojos de una Vírgen.
Diseñó junto a su primera mujer, la pintora estadounidense Jann Hawort, la barrocaportada del disco de The Beatles, Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967), en ella, junto a los cuatro de Liverpool vestidos de músicos militares, aparecen un sinfín de personajes de la cultura de masas: Karl Marx, Marilyn Monroe, Bob Dylan, Marlon Brando, Shirley Temple, Oscar Wilde, Allan Poe, Marlene Dietrich, Mohammad Ali y Einstein, entre otros..
Desde la década de 1970 abandonó los motivos de la cultura popular para dedicarse a temas tradicionales del siglo XI, como las hadas y otras figuras del mundo de la fantasía, sobre todo entre 1975 y 1979, época en la que vivió en Bath. Continuó trabajando en la misma línea durante las décadas de 1980 y 1990.
Alberto Korda tomó la clásica foto del Che con su vieja cámara Leica, provista de un lente de 90 milímetros, un semitelefoto de potencia regular, rayado por el uso en la superficie. la tomó cuando el Che tenía 31 años, el 5 de marzo de 1960 exactamente, aunque no fue publicada hasta 7 años después. La foto se tomó cuando el Che participaba en un entierro por las víctimas de la explosión de La Coubre. El negativo original de donde se sacó es el siguiente:
Hoy en día esta foto se conoce como Korda’s photo, (La Foto de Korda) y se ha convertido en una de las fotografías más famosas que existen. Sobre todo se hizo famosa por los diseños del irlandés Jim Fitzpatrick, en sus famosos contrastes, tanto en blanco y negro como en rojo y negro, convirtiéndose en un icono que ha dado la vuelta al mundo en soportes como chapas, llaveros, pins, imanes, carteles, pegatinas, camisetas...
Los gráficos de Fitzpatrick fueron usados en una pintura de Andy Warhol con el mismo proceso gráfico que ya había empleado en unos retratos de Marilyn Monroe. Sin embargo esta imagen es en realidad una falsificación hecha por Gerard Malanga, así que cuando Warhol se enteró del fraude, muy astutamente autentificó la copia y con ello se embolsó todos los derechos de su uso.
Una de las chapas más famosas es la del "símbolo de la paz". Este símbolo fue inicialmente el estandarte del Comité de Acción Directa contra la Guerra Nuclear y la Campaña para el Desarme Nuclear (CND en inglés). Fue diseñado el 21 de febrero de 1958 por Gerald Holton, un diseñador graduado del Royal College of Arts, que se inspiró en la desolación ante la barbarie de la guerra pintada por Goya en su obra Los Fusilamientos del Tres de Mayo.
Holtom, quien había trabajado en una granja durante la Segunda Guerra Mundial, diseñó el símbolo mediante la unión de las letras N (Nuclear) y D (Desarmamento), a partir del alfabeto de semáforo del código naval o sistema de señales de bandera, por tratarse de un código internacional adoptado por todas las naciones maritimas y que por tanto aseguraba su legibilidad universal.
Por otro lado también se podría relacionar el símbolo con la paloma blanca de la paz. Si se observan las líneas se pueden interpretar como la pata de la paloma y el circulo la Tierra, simbolizando de esta manera la paz mundial.
La primera vez que se utilizó este símbolo fue en 1958, un Viernes Santo en el que miles de protestantes británicos en contra de la guerra nuclear salieron de la Plaza Trafalgar de Londres y se dirigieron, en una marcha pacífica de 50 millas, hacia Aldermaston, una aldea en la que se encontraba una fábrica de armas.
Las primeras chapas que se crearon eran de arcilla blanca pintadas con negro y también tenían un simbolismo, ya que se repartían con una leyenda indicando que en caso de un desastre nuclear serían de los pocos artefactos humanos que sobrevivirían.
Aunque fue diseñado específicamente para el movimiento antinuclear, el símbolo de la paz no ha sido nunca registrado. Desde entonces ha sido reproducido infinidad de veces, normalmente con propósito comercial, en publicidad o en la moda. Finalmente el icono ha sido adoptado por todo tipo de organizaciones convirtiéndose en expresión genérica de paz.
Pese a las innovaciones, décadas después, las guerras pueden ser otras pero el símbolo sigue siendo el mismo. Sus bocetos originales se encuentran en exhibidos en Bradford, Inglaterra.
El Museo Británico de Londres acogió, desde julio de 2004 a enero de 2005, una exposición que exploraba los temas y las creencias manifestadas en las chapas más famosas de la historia. Se planificó como acompañamiento de la exhibición Status Symbols: identity and belief on modern badges (Identidad y creencias en las chapas modernas). La muestra incluía chapas significativas de todas las partes del mundo y estaba dividida en dos secciones: identidad y creencia.
Todo un repaso histórico a la chapa donde podían encontrarse ejemplares como el de la profética "Don’t do it, Di" ("No lo hagas, Diana"), de 1981 (en referencia al matrimonio que estaba a punto de contraer con el príncipe Carlos), la famosa chapa AntiNuclear, otras chapas sobre guerra y derechos civiles, e incluso la más subversiva de la exposición, que atacaba al propio museo por el expolio llevado a cabo en Atenas.
La exposición incluía un concurso para diseñar "tu propia chapa", cuyo ganador recibía un ejemplar del libro "Badges" escrito por Philip Attwood, responsable de medallas del museo y delegado en Gran Bretaña de la Fédération Internationale de la Médaille.
La chapa más famosa de todo los tiempos es sin duda el Smiley. Esta cara formada por una boca sonriente y dos puntitos para los ojos sobre un círculo amarillo fue creada en 1963 por Harvey Ball, copropietario de una firma de publicidad y relaciones públicas, con fines pacificadores.
Tras la fusión de dos compañías de seguros, se produjeron fuertes desavenencias entre los empleados de la empresa resultante, por lo que el vicepresidente encargó a Ball un símbolo que pudiera utilizarse en una “campaña de amistad” y que los empleados pudieran llevar en una chapa. Este tardó menos de diez minutos en dibujar la cara, y cobró 45 dólares por su trabajo.
El dibujo fue popularizado a principios de los por un par de hermanos, Murray y Bernard Spain, quienes, al no estar asociados con ninguna empresa, lo aprovecharon en una campaña para vender artículos novedosos. Ambos produjeron chapas así como tazas, camisetas, pegatinas y muchos otros artículos decorados con el símbolo y la leyenda «Que pases un buen día» (Have a nice day).
Del pedido inicial de cien chapas se pasó a miles en unas pocas semanas, y a millones en cuestión de meses. Para 1971, se habían vendido más de 50 millones de smileys, convertidos ya en uno de los iconos de la cultura popular del siglo XX.
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